martes 23 de abril de 2024
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Sr. Presidente: treinta años después el MERCOSUR es más necesario que nunca

“No queremos ser un lastre de nadie. Si somos un lastre, tomen otro barco. Pero, lastre no somos de nadie” dijo el presidente argentino y anfitrión a sus colegas en el cierre de la conmemoración de los 30 años del MERCOSUR. La típica bravata argentina oscureció toda declaración previa a favor de la integración regional de nuestros países.

La referencia al lastre que hiciera el Presidente uruguayo no se refería a la Argentina, sino a la necesidad de revisar las normas del MERCOSUR. La argentina se ha negado a reuniones informales entre  presidentes  que permitirían explorar caminos comunes frente al reordenamiento internacional de las regiones.

El acuerdo de libre comercio entre la  Unión Europea y  Canadá y la Asociación Económica Integral, que se propone una agenda que no solo brega por el libre comercio entre China, Japón, Corea del Sur, Australia, Nueva Zelanda y diez países asiáticos sino que busca también integraciones productivas, nos obligan a comprender la importancia de la integración regional que debe trascender la dimensión comercial.

El  MERCOSUR necesita fortalecerse, afianzar los caminos recorridos y explorar los nuevos.

El acuerdo Unión Europea-MERCOSUR debe revalorizarse como instrumento de desarrollo vital en este momento de reordenamiento mundial. Su agenda, la de la revolución digital, la preservación del medio ambiente y el desarrollo sustentable en el marco de la defensa de los derechos humanos y la democracia representativa, es la nuestra.

Las reacciones nacionalistas y la creencia de que la argentina tiene algún tipo de superioridad moral o ideológica respecto de los países vecinos son perspectivas equivocadas que confunden gobierno con Estado y  que nos condenan al aislamiento internacional con consecuencias impredecibles.

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