viernes 19 de abril de 2024
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Mónica Marquina: Sí, son pruebas de control

Evaluar si los estudiantes poseen ciertos conocimientos mínimos es una herramienta para controlar que el sistema educativo cumple su función.

La Viceministra de Educación sostuvo que hay que salirse de las pruebas estandarizadas por ser mecanismos de control en base a una ideología meritocrática.

¿Qué son las pruebas estandarizadas? Son pruebas comunes realizadas sobre parámetros mínimos y universales respecto de lo que tiene que saber un alumno o una alumna en determinado nivel de su trayectoria educativa.

Argentina participa de varias pruebas estandarizadas desde hace muchos años. La conocida prueba PISA de la OCDE en donde participan muchos países del primer mundo pero también países de América Latina, Argentina participa desde el año 2000. Después están las pruebas de la UNESCO de América Latina en donde Argentina participa desde 1997 junto con 16 países de América Latina dentro de las que están todos los países del cono sur. Y después están las pruebas Aprender, de un espectro nacional, que si bien se inician en el año 2016, son la continuidad de los operativos nacionales de evaluación de la calidad educativa iniciados en los años ’90 y que se vienen sosteniendo desde entonces hasta la actualidad.

¿Cuáles son los usos de estas pruebas? Claramente hay malos usos. La prensa usualmente no hace un buen uso de las pruebas estandarizadas. Tampoco algunas editoriales. Pero claramente el principal usuario de estas pruebas es el Estado para definir la política educativa de mediano y largo plazo y las escuelas.

¿Son únicas? Claramente, no. Estas son pruebas que muestran un panorama general. Esto tiene que ser complementado con estudios más en profundidad.

¿Son meritocráticas? No lo son, porque lo que hacen es medir desempeños mínimos que tienen que saber los estudiantes en determinado momento.

¿Son pruebas de control? Claramente que sí, como toda prueba de evaluación. Aquí el que controla debe ser el Estado respecto del devenir de un sistema educativo y en base a eso pensar la política pública de mediano y largo plazo.

¿Son perfectibles? Claramente que lo son. Lo que tenemos que asegurar es la perdurabilidad en el tiempo, en la continuidad de las series y de los datos fuera de toda ideología.

El Ministro de Educación atendió a estas señales y claramente hay un debate dentro del ministerio que esperamos redunde en pos de la educaciónpara toda la Argentina.

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