jueves 28 de marzo de 2024
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“Las decisiones de políticas públicas son conflictivas” dice el candidato a legislador Andrés Borthagaray

Hace unas semanas entrevistamos a Andrés Borthagaray, quien desde hace un día es flamante precandidato a Legislador porteño por la lista Adelante Ciudad, que competirá en las PASO 2021 de Juntos por el Cambio en septiembre. Borthagaray es arquitecto especializado en urbanismo y movilidad y Director del posgrado en Ciudades inteligentes e inclusivas (UBA), Doctor en Geografía y urbanismo (La Sorbona, Francia) Acaba de publicar el libro Buenos Aires tras las huellas del futuro.

¿Buenos Aires crece bien o crece mal? ¿Crece?

En población lo que es la ciudad de Buenos Aires propiamente dicha, es relativamente estable desde el censo del 47. Por supuesto a nivel metropolitano, la ciudad crece, en cada período intercensal y ahora vamos a ver que lo que da el próximo censo. Pero también crece en altura la Ciudad de Buenos Aires, y crece ocupando un porcentaje cada vez mayor de territorio a nivel metropolitano. Diría que dos datos son importantes, uno que consumimos cada vez más espacio para una cantidad de población equivalente, lo cual tiene consecuencias en los recursos que genera, y por otro lado, que crece de una forma desigual en términos económicos y sociales que es algo que también requiere toda nuestra atención.

¿Qué se ha pensado más, la ciencia el urbanismo o las necesidades de la política?

Creo que finalmente lo que tenemos hoy es producto de decisiones políticas evidentemente, pero el tema es que muchas veces esas decisiones no hicieron explícito su discurso, se tomaron a veces en contextos de corte institucional, por ejemplo en el 77 con las autopistas urbanas y en el 92-94 con la extensión a los accesos a Buenos Aires y la liquidación de los ferrocarriles argentinos con enormes consecuencias territoriales. Por otra parte, muchos de los estudios urbanos estuvieron desvinculados de la decisión política, yo creo que una cosa no existe sin la otra, pero no le quitaría su trascendencia urbanística a decisiones políticas por más que no estén en la historia oficial de los planes.

¿Ha habido más planificación que improvisación?

Creo que lo de la improvisación es cómodo, es una coartada, eso permite eludir responsabilidades, y decir bueno, si estamos mal es porque no se planificó. Si estamos mal es también producto de decisiones que se tomaron y de las que hay que hacerse cargo, mencionaba recién un par de ejemplos. Creo que no todo lo que es explícito es planeamiento, y que cuando se tratan los presupuestos públicos, cuando se tratan las grandes decisiones de infraestructura, cuando se trata territorialmente el desarrollo también estamos planificando, hay que darle más envergadura y más importancia a eso me parece.

¿Qué factor explica mejor las diferencias entra la ciudad de Buenos Aires y el conurbano?

Son distintas etapas de desarrollo, la ciudad propiamente dicha tiene un nivel de anticipación del crecimiento después de los grandes conflictos, de la fiebre amarilla, de las pestes, está muy bueno como lo explica Adrián Gorelik en La grilla y el parque. Una parte del conurbano también, sobre todo la que está en torno a las estaciones ferroviarias más tradicionales. Después hacen fuego ocupando de una manera más precaria, en muchos casos en zonas inundables, en otros casos con un nivel de polarización social creciente. Creo que no es homogéneo el conurbano, hay distintas partes, tiene que ver con las etapas del crecimiento y los motores económicos del crecimiento.

La planificación urbana requiere fortaleza institucional y capacidad para alcanzar consensos. ¿Cómo hacer sin estas condiciones?

Hay que tomar en cuenta dos dimensiones en el libro Estrategia de Henry Mintzberg cuando habla del recorrido de esta, que es el conflicto y el aprendizaje, creo que está muy bien aspirar a los consensos, pero las decisiones de política pública son conflictivas, siempre hay intereses que se afectan de distinta manera, creo que hay que tomarlo como un insumo e incorporarlo. La otra es el aprendizaje, que paso con con planes que no se aplicaron, con la desvinculación de las decisiones, con la incapacidad para generar un interés en la sociedad sobre temas que finalmente nos afectan la vida cotidiana. Parece que esas dos dimensiones son fundamentales, y después puede no necesariamente haber consenso en todos los puntos, pero tener un mecanismo que permita elevar el nivel de discusión política las diferencias.

Para lograr un área metropolitana más integrada, próspera y equitativa ¿Qué deberíamos priorizar?

Me parece que, en primer lugar, poder ver la cuestión metropolitana como un conjunto, es algo que no se ha hecho, muchas veces se dice que el país está pensado desde el área metropolitana de Buenos Aires, pero uno podría preguntarse desde dónde está pensada, o desde dónde no está pensada el área metropolitana de Buenos Aires. No hay un destino bueno para ninguno si no se ve como conjunto, nadie se salva solo, y así como pudo haber con el regreso de la democracia un nivel de integración con los países limítrofes, con los que había habido hipótesis de conflicto bélico, como puede ser que no haya una integración entre el vecino de un área metropolitana, que tenemos una vida cotidiana en común todo el tiempo, y me parece que eso es fundamental. Por supuesto que tiene que poder expresarse institucionalmente, pero antes tiene que poder expresarse en el imaginario, en el debate político, y en otros planos.

¿Podemos aprender de otros modelos?

Sí, creo que una cuestión básica si uno mira las grandes áreas metropolitanas del mundo, es que es democrático, en general hay conflictos, hay obviamente las grandes ciudades y más todavía si son capitales, tienen en sus distintas jurisdicciones diferentes expresiones políticas. Pero creo que esto no es un pretexto válido para que no se encaren los problemas de fondo, de hecho cuando hubo gobiernos alineados en un mismo partido tampoco se resolvieron, y uno puede ver los conflictos que hay  en Nueva York, los que hay en París, inclusive las reformas institucionales por ejemplo en Bogotá, ahora en Santiago han elegido la autoridad regional por primera vez, no es que eso te resuelve los problemas, pero sí tener innovaciones en materia de cómo se gobierna el área metropolitana.

¿Cómo calificar hoy la planificación de la Ciudad?

No me siento en esa condición de poder juzgar, poniéndome tan por encima de un proceso en el que de algún modo estoy involucrado, por eso yo siempre digo que tengo ahí una reserva de subjetividad. Para ponerlo en términos escolares, si uno dijera participación en clase, muy buena, porque se han hecho esfuerzos de planeamiento muy interesantes, si uno dijera resultados, nos falta. Creo que estamos lejos de lo que eran las aspiraciones de los planes, sobre todo si pensamos que, en la década del 50, en la década del 70, todavía el nivel de pobreza era del 7% en la Argentina, y hoy estamos arriba del 40%. Hay una realidad que nos desborda, pero sí creo, que hay una responsabilidad también desde el urbanismo en que eso hace a la situación actual de la sociedad.

¿Hacia dónde deberían ir las ciudades postpandemia?

Como decía un banquero inglés, es muy difícil hacer previsiones, y especialmente si son sobre el futuro. Está claro que había una forma de desarrollo en las ciudades y en el área metropolitana de Buenos Aires también, que no era sustentable en el largo plazo, y que cuando vemos las vulnerabilidades a las que nos enfrentamos en el momento de la pandemia, tenemos que registrar para qué tenemos que estar preparados, la importancia de la infraestructura social, hablo de la inteligencia en el uso de los recursos. Los de gran capital, que nos dejan endeudados finalmente a la hora de hacer frente a estas crisis, sirven poco, y otros que requieren de otro tipo de inteligencia sirven más. También hemos visto durante algún tiempo que habían bajado la cantidad de siniestros viales, que son muertes que tomamos con una cierta, no digo indiferencia, pero no hemos reaccionado de la misma manera que reaccionamos frente a las estadísticas de salud actuales, y eso también deberíamos tomarlo en cuenta. El acceso a los servicios, y a los factores de localización probablemente van a cambiar, las condiciones de los hogares es algo a lo que tenemos que darle mucha más importancia. Cuando decían las medidas sanitarias, y de lavarse las manos, es muy difícil cuando no hay agua o cuando no tenemos buena ventilación en la casa. Parece que vale la pena replantearnos algunos objetivos básicos de lo que no podemos dejar de hacer en la ciudad para el futuro, y por supuesto que la digitalización que ya venía de antes, tuvo en la pandemia un catalizador, y también es un factor a tomar en cuenta.

Supongamos que sos elegido Jefe de Gobierno de la Ciudad ¿Cuáles serían tus decisiones de políticas urbanas?

Creo que Buenos Aires históricamente fue una ciudad de asimilación y de integración, caracterizada por una sociedad con oportunidades y con movilidad social, creo que desde todos los planos hay que recuperar eso, que la educación es un factor fundamental, que todas las maneras de hacer las asignaciones de recursos públicos tienen que responder a ese objetivo. No podemos darnos el lujo de tomar decisiones atomizadas, en una región que tiene una unidad real, y creo que eso es un punto fundamental para la Ciudad de Buenos Aires, para la región metropolitana y también para el país. El país asigna una gran cantidad de recursos al área metropolitana, pero muchas veces con resultados que ni siquiera satisfacen las necesidades del área, creo que hay que replantearlos y qué existen los recursos para eso. Después el día de la asunción detallaremos el programa más a fondo.

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