viernes 19 de abril de 2024
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Alejandro Einstoss: “Verano con cortes”

 

Enfrentamos un verano atípico, COVID-19, distanciamiento, restricciones para viajar y un verano más caliente que lo normal producto del fenómeno de la niña, garantizan que la demanda de energía eléctrica residencial seguramente aumentará. Esto está en línea con los dichos del nuevo secretario de energía que nos avisa que el próximo verano es probable que los cortes también aumenten.

Es bueno recordar que la calidad del servicio eléctrico que recibimos en nuestra casa se mide por dos indicadores, la duración y la frecuencia de cortes por semestre. Si miramos la foto a finales del año 2015, un usuario en el AMBA en promedio sufría nueve cortes por semestre con una duración de más de 27 horas, es decir, una calidad del servicio difícilmente tolerable. La foto de hoy nos muestra que los cortes se redujeron a menos de la mitad, y la duración de esos cortes a menos de la tercera parte.

Esto es producto de un proceso de inversión que comenzó a mediados del 2017 y que tenía como objeto alcanzar la calidad del servicio que teníamos en el año 2003. Lamentablemente el congelamiento tarifario suspendió el plan de inversión y que de no reactivarse probablemente perdamos rápidamente las mejoras alcanzadas. El gobierno nos dice que los costes van a aumentar, lamentablemente no sabemos, no conocemos los planes de inversión y de contingencia tanto del gobierno como de las empresas, para enfrentar el pico del consumo del verano y evitar un escenario de emergencia.

También tenemos que recordar, que el encargado de controlar la calidad del servicio de protegernos como usuarios es el ente regulador eléctrico, hoy intervenido y acéfalo, ya que su interventor a menos de un año de su designación hoy es el nuevo subsecretario de energía eléctrica de la nación, por lo tanto la pregunta es, ¿quién quedó a cargo de este problema para enfrentar el próximo verano?

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