viernes 26 de abril de 2024
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El liderazgo postpresidencial

Durante las últimas semanas se instaló un debate abierto sobre las posibilidades de Mauricio Macri para encabezar la oposición a partir  del mes que viene. Algunos no ponen en duda su liderazgo pero muchos analizan otras opciones.  

Lo cierto es que esta situación carece de novedad y se repitió en muchas ocasiones a lo largo de nuestra historia, comenzando por Justo José de Urquiza quien, al dejar la presidencia -siendo remplazado por Derqui- mantuvo una gran cuota de poder, incluso tras la caída de la Confederación Argentina propiciando la reunificación nacional. 

De hecho su peso era tal que siendo primer mandatario Domingo Faustino Sarmiento, viajó a Entre Ríos para visitarlo. Hacía años que estaban distanciados y tras aquella entrevista -propiciada por Urquiza con afán de hacer las paces-, el sanjuanino señaló: “Ahora sí que me creo presidente de la República”. 

Por su parte, Sarmiento no tuvo la misma capacidad de concentrar poder tras abandonar la Casa Rosada, aunque lo intentó. 

Terminando el mandato, Nicolás Avellaneda tuvo la difícil tarea de decidir por qué presidencial se inclinaría. Domingo Faustino deseaba la reelección y esperaba que el tucumano lo apoyara. Después de todo gracias a él llegó al poder. Julio Argentino Roca era el Ministro de Guerra y estudiaba sus posibilidades presidenciales. Escribió entonces a un amigo: 

 

“Yo nunca, me parece, podría ser levantado por los autonomistas [porteños] o este partido que se trata de formar, al menos en esta presidencia. Sería una candidatura eminentemente provinciana y todos me harían fuego: no hay que hacerse ilusiones. En el Interior me flanquearían muchos amigos tratándose de mí. 

Además, el Presidente, que no es hombre de pelo en el pecho, como Ud. sabe, al primer síntoma de descontento en este pueblo, sería el primero que me abandonaría; pero creo que es de las pocas personas que me tienen un poco de cariño. Resumiendo: tenemos a Sarmiento, que no es una solución de paz para la República y que ya está bastante viejo. A Rocha, [Bernardo] Irigoyen y a mí, que no podremos ser candidatos con probabilidades de triunfo y que seríamos muy combatidos. Quedan Tejedor y Mitre. ¿Por cuál de los dos les parece a Uds. que debemos decidirnos? Estoy seguro de que, sin trepidar, me dirán que por el primero. Yo también soy del mismo parecer. Mitre será la ruina para el país”. 

Pero la Conquista del Desierto que llevó a cabo, jugó muy a su favor y Avellaneda dejó de lado a su mentor sanjuanino para apoyarlo. Entonces, Julio Argentino supo que la presidencia sería suya y escribió: “No nos ha derrumbado el edificio Sarmiento, nada habrá que lo conmueva”. A partir de entonces  y durante más de veinte años, se convirtió en el hombre más poderoso del país, pero aquella estrella también lo abandonó. 

De estas experiencias, como de tantas otras, podemos inferir que el liderazgo real va más allá de los deseos de quienes desean conservarlo. 

Es muy difícil saber qué sucederá en los próximos meses.

Publicado en Infobae el 23 de noviembre de 2019.

Link https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=el-liderazgo-postpresidencial-por-luciana-sabina

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