¿Cómo gobernaría el próximo Presidente si se repitieran los resultados de las primarias del 11 de agosto? ¿Qué recursos de poder tendría?
La semana pasada hablábamos del Senado. ¿Qué pasaría en la Cámara de Diputados?
Se eligen 130 de 257 diputados en octubre, la mitad aproximadamente de la Cámara.
Juntos para el Cambio arriesga 49 de sus 114 bancas, el Frente de Todos arriesga 62 de sus 106 bancas, Consenso Federal arriesga las 5 que tiene y los otros partidos arriesgan las 14 restantes. Si se repitieran los resultados, Juntos para el Cambio agregaría 1 a su bloque actual y se iría a 115; el Frente de Todos sumaría 7 y se iría a 113; Consenso Federal sumaría 1 y se iría a 6; y los otros partidos se quedarían con los 21 diputados restantes.
Desde el punto de vista sistémico, este sería un muy buen resultado porque el próximo Presidente, cualquiera sea, estaría obligado a negociar con el Congreso, por más que fuera un Presidente muy poderoso extra legislativamente, por ejemplo, por su caudal electoral y si fuera un Presidente menos poderoso extra legislativamente, al negociar con el Congreso tendría un bloque legislativo bastante grande que le permitiría negociar bien.
Esto es un buen resultado porque evitaría tanto que el próximo Presidente fuera hegemónico o bien fuera demasiado débil que son las dos grandes problemas del presidencialismo latinoamericano.
