martes 16 de abril de 2024
spot_img

Demócratas al ataque

Mientras Trump se reunía con el presidente de Corea del Norte Kim Jong un, los demócratas interrogaron al abogado Cohen, quien deberá presentarse en una prisión federal en mayo después de declararse culpable de mentir al Congreso y de cometer delitos relacionados con la financiación de las campañas relacionadas con el pago de dinero secreto. La audiencia ante el Comité que desde hace dos meses controlan los demócratas, comenzó con un pedido de disculpas por haber mentido y encubierto al presidente, sus familiares y acólitos, para arremeter con dichos y pruebas que los exponen a serios problemas legales y políticos, que podrían incluir el impeachment en el menú que barajan los comandados –cautelosamente –  por Nancy Pelossi.

Ante el Comité, Cohen se convirtió en el testigo de más alto perfil en defenestrar a un presidente en funciones desde que el ex abogado de la Casa Blanca, John Dean, hiciera lo propio con el presidente Richard Nixon – que evito el impeachment, renunciando. En la historia de ese país solo dos presidentes han pasado por esa instancia: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton. En ambas ocasiones, la Cámara de Representantes aprobó formalmente las acusaciones, pero el Senado rechazó condenar y destituir.

La documentación en la que basa sus nuevos dichos incluyen el patrimonio personal de Trump y los reembolsos de Trump por un pago de dinero secreto y otras piezas de evidencia que podrían incriminarlo. Uno de los documentos, titulado “Resumen del patrimonio neto de Donald J. Trump al 31 de marzo de 2013”, muestra una fortuna de aproximadamente 8.600 millones de dólares. Cohen también le entregó al Comité copias de un cheque de 35.000 dólares firmado por Trump desde su cuenta bancaria personal, mientras era presidente en 2017, como parte de un reembolso a Cohen por el pago de 130.000 dólares para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels quien alega que ella y Trump tuvieron una aventura extramatrimonial.

Cohen dijo a los legisladores que los documentos que entregó demuestran que Trump se involucró en actos ilícitos y pintó un cuadro engañoso de su riqueza personal para obtener préstamos del Deutsche Bank y garantizar que figuraría en la lista de Forbes de la lista mundial de las personas más ricas.

“Según mi experiencia, el Sr. Trump inflaba sus activos totales cuando cumplía sus propósitos, como tratar de figurar entre las personas más ricas de Forbes, y desinflar sus activos para reducir sus impuestos a los bienes raíces”, dijo mostrando su remordimiento por haber trabajado durante más de una década como defensor del presidente.

Cohen relató a los legisladores que Trump le había pedido que mintiera sobre el conocimiento del presidente acerca de pagos de dinero secreto, incluida la primera dama Melania Trump. Y acusó al hijo mayor del presidente, Donald Trump Jr., y el antiguo director financiero de la Organización Trump, Allen Weisselberg, también de haber firmado cheques que luego reembolsaban en efectivo. Por supuesto la “trama rusa” fue parte de su relato, aunque sin pruebas documentales.

Mientras los republicamos apostrofaron a Cohen como un “mentiroso patológico” o alguien desesperado para reducir su condena o incluso ganar fama, para los demócratas, la audiencia ofreció una oportunidad para subrayar las acusaciones contra Trump y, sobre todo, de la descripción íntima de la manera de actuar del presidente, un asombroso relato de un proceder que podría caracterizarse de mafioso y que incluye la amenaza a más de 400 personas.

El testimonio de Cohen entraña un desafío para los demócratas. Su recién estrenada mayoría les permite utilizar los recursos del Congreso para investigar al presidente, como se vio el miércoles. Pero el elemento más álgido es aquel relacionado con sostener la cohesión de la heterodoxa bancada demócrata surgida de las legislativas de noviembre, entre partidarios de “echar a ese cabrón” y posiciones más centristas.

A esta altura del partido y con las elecciones 2020 a la vista, es probable que el juicio político sea meneado más como amenaza que como un hecho, para el cual, además, haría falta convencer a alguno de los republicanos que controlan el Senado.

La congresista demócrata estrella, Alexandria Ocasio-Cortez, que en una entrevista con Rolling Stone publicada el mismo miércoles 27 afirmó que “sin duda” votaría por destituir a Trump, se mostró cautelosa al salir de la audiencia de Cohen.

Todo dependerá de la gravedad de las acusaciones en curso y por cursar. Trump, ni se despeina y acusa a los demócratas de “malos perdedores” por Twitter mientras daba un portazo a la cumbre coreana.

 

spot_img

Veinte Manzanas

spot_img

Al Toque

Maximiliano Gregorio-Cernadas

El poder revolucionario de la inmigración

Alejandro Garvie

En América Latina se debilita el Estado de Derecho

Fernando Pedrosa

Rusia: la matrix de la reacción autoritaria