El presidente Mauricio Macri destacó hoy "la valentía y el coraje" de los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal que ordenaron ayer, pese a que "tuvieron mucha presión", reabrir la denuncia contra la ex presidenta Cristina Kirchner que había iniciado el fiscal Alberto Nisman, en la que la acusaba de haber acordado con Irán dejar de perseguir a los ciudadanos iraníes acusados por el atentado contra la AMIA.
El Presidente destacó especialmente a los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal Gustavo Hornos y Mariano Borinsky, al subrayar que soportaron presiones de la restante camarista, Ana María Figueroa, de otros pares de Casación y de la agrupación Justicia Legítima.
“Se ha dado un gran paso. Y han tenido mucho coraje, tanto el juez Borinsky como el juez Hornos, porque tuvieron mucha presión, de la compañera de sala (por Figueroa), de otros jueces de Casación, y de mucha gente alrededor, sobre todo de Justicia Legítima, intentando que esto no suceda”, manifestó.
El Jefe de Estado evaluó que “ese coraje es una ratificación del nuevo rumbo que ha tomado la Argentina, la Argentina no se quiere engañar más”.
En tanto, Macri fue muy crítico con el juez Daniel Rafecas, que había desestimado la denuncia del fiscal Nisman.
“Todos sabíamos que la causa se había cerrado en forma arbitraria, que el juez Rafecas inició un proceso inédito, en tiempo récord, que levantó un montón de sospechas”, reprochó el mandatario.
En diálogo con periodistas de Radio Nihuil, de Mendoza, Macri analizó la reapertura de la denuncia de Nisman y agregó que "la denuncia fue muy grave, hay que probarla, pero cerrarla de esa manera creaba más sospechas", al referirse a las resoluciones del juez Daniel Rafecas y de la Sala I de la Cámara Federal porteña, que la habían desestimado.
"Los argentinos queremos la verdad. No necesitamos que nos traten como gente inferior porque no podemos asumir la verdad, la podemos asumir y lo podemos corregir", afirmó el Presidente.
La Sala I de la Cámara de Casación Penal ordenó ayer investigar la denuncia que el fallecido fiscal Nisman presentó hace casi dos años contra la ex presidenta Cristina Kirchner por el supuesto encubrimiento del atentado a la AMIA, ocurrido en 1994.
El máximo tribunal penal del país revirtió así las resoluciones de Rafecas -quien fue apartado de la investigación- y de la Sala I de la Cámara Federal porteña, integrada por Eduardo Freiler y Jorge Ballestero, que habían ordenado no avanzar con la producción de pruebas.