jueves 25 de abril de 2024
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Vicente Palermo: “Monzó está proponiendo un gobierno de coalición con sectores peronistas”

Vicente Palermo es sociólogo de la UBA y doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid. El reciente ganador del Premio Konex de Platino 2016 dialogó con 20 Manzanas sobre la coyuntura nacional y regional, elaborando un balance de la gestión de Cambiemos a un año de su asunción y animándose a analizar América Latina a partir de la muerte de Fidel Castro. A nivel nacional, evaluó las estrategias de tres figuras clave en la negociación con la oposición como lo son María Eugenia Vidal, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, asegurando que los tres están haciendo un buen trabajo, aunque el rol del Presidente de la Cámara Baja es crucial para el gobierno. Además, analizó el panorama electoral en el que se encuentran Cambiemos y el peronismo que, por el momento, es bastante parecido a las elecciones de 1985 aunque con algunas diferencias, según dice.

 

¿Qué aciertos tuvo la gestión de Cambiemos este año?

Me parece que hay dos aciertos importantes. Uno de ellos es la recomposición de la democracia constitucional. El juego institucional republicano y constitucional y la democracia liberal donde hay medios de prensa sin intervenciones fuertes. Respetan y además no quieren tampoco manejar su propia prensa. Las relaciones entre el Congreso y el Ejecutivo y la Justicia me parece que son recomposiciones muy importantes y creo que en general se las da por descontado no se las valora. No veo ninguna razón para darlas por descontado. La verdad me parece que en ese campo, en el campo de las instituciones, ha habido un cambio fundamental sumamente positivo y yo lo valoro especialmente. El otro acierto es que con varias de las medidas que se tomaron al principio de la gestión, más allá de los erros, se frenó la caída en una abismo económico y social muy importante porque el cuadro de la crisis no había estallado pero iba camino a estallar. Yo estoy convencido que si gobernaba Scioli, por supuesto iban a intentar hacer algo parecido pero no iban a poder. Me parece que el peligro de la venezualización era muy alto. Es cierto que esto políticamente rinde poco porque la gente no agradece esto, electoralmente no rinde mucho. Considero que esto es muy importante: nos evitaron un desastre.

¿Que rinde electoralmente, entonces?

Lo que rinde electoralmente es la marcha de la economía, el famosísimo voto económico. Una economía con mucha inflación y que no crece es una oportunidad en bandeja para un castigo electoral.

¿Qué errores tuvo la gestión de Cambiemos este año para fracasar en la aprobación de la reforma política, la promesa más importante del gobierno?

Si uno se pone a pensar, los garantes clave de los acuerdos que se tejían en el Senado y en la Cámara de Diputados eran, básicamente, los gobernadores. La reforma política afecta directamente a los gobernadores quienes dieron poco o nada de respaldo. En las negociaciones con el peronismo los gobernadores tienen un papel fundamental. La reforma política, más allá de si el diseño estaba bien o no, era percibida como una cosa que les quitaba cierto control del juego electoral. La reforma fue vista como una iniciativa molesta, irritante. De todas formas, uno tendría que tomar en cuenta el registro de buenas negociaciones que culminaron en acuerdos y, por lo tanto, en leyes. Sumado a esto, se pueden encontrar buenas decisiones que tomó: la constante negociación, no formar una coalición pero sí negociar y no voy a gobernar vía DNU. Quizás hubiera sido mejor intentar formar una coalición, pero yo tengo mis dudas al respecto. Rechazarle un DNU al presidente acá en Argentina es muy complicado porque hay una comisión de los decretos que necesita la aprobación expresa de las dos cámaras y, con que una de las dos cámaras no apruebe, reunir los dos tercios de las dos cámaras para rechazar el decreto es complicado. Lo que pasa es que los decretos los podrían haber usado de vez en cuando pero no puede usarlos sistemáticamente.

¿Quién te parece que está entablando relaciones más sólidas con la oposición, léase el peronismo? ¿Vidal en la provincia con los intendentes o Frigerio con los gobernadores? 

A primera vista me daría la impresión de Vidal, no por una cuestión de mayor o menor habilidad, sino porque que los intendentes son más vulnerables y dependientes. Me parece que son dos tipos muy competentes y habría que agregar a Monzó en el Congreso. Los tres la llevan bastante bien la cosa. La fuerza de Cambiemos es muy minoritaria. Sin embargo, ganó en los tres niveles más importantes. Pero en el Senado es sumamente minoritaria y gobernadores tiene muy pocos. De todas formas, yo creo que la llevan bien. Con respecto a Monzó, es interesante el debate que quiere desatar según las declaraciones que hizo hace unas semanas. Por un lado, cuando él dice que Durán Barba no sabe de política territorial pero sí de opinión pública, lo que está tratando de decir es que la concepción de la política que tiene Duran Barba es equivocada. Una concepción donde está el gobierno de un lado y la opinión pública del otro y lo demás no merece ser tenido en cuenta porque no sirve. Para Monzó la política es otra cosa. Ahí hay un debate que hay que dar sobre qué diablos es hacer política hoy en día en la Argentina, cómo se hace, qué importancia tiene la política en relación a la democracia, qué es nuestra democracia, qué pasa con los políticos y la sociedad. Son todos temas que no se pueden dejar de considerar. La otra cuestión que es muy interesante es la de la idea que tiene Monzó, que a mi realmente me sorprendió, sobre la configuración del gobierno: lo que está proponiendo es un gobierno de coalición, pero diferente. Este no es un gobierno de coalición, pero lo que está proponiendo Monzó, como máximo, no es un gobierno de la coalición Cambiemos sino un gobierno de coalición con sectores peronistas con todo lo riesgoso que eso puede ser y, a la vez, lo interesante. Como mínimo, en su propuesta pueden haber algunos peronistas muy expresivos que entren al gobierno, no necesariamente como expresión de un arreglo coalicional, pero sí con presencia peronista. Si hay una coalición o, aunque no haya una coalición, si hay peronistas de peso en el gobierno, eso facilitaría y aumentaría las posibilidades de que haya cooperación política y políticas de largo plazo. El tema de alargar las políticas y resolver el problema de la cooperación y la competencia es un tema fundamental que la Argentina tiene que pensar porque si no las políticas no ganan en confianza, no se fortalecen, son vistas como políticas de corto plazo, fácilmente reemplazadas unas por otras. Sería una cosa interesante, una alternativa política del tipo que propone Monzó. Eso es riesgoso porque los peronistas son un peligro, así como vienen, se van y te puede dejar colgado del pincel.

¿Cuál es el panorama para las elecciones del año que viene? ¿Cómo está parado el gobierno y cómo el peronismo? ¿Habrá un conductor en algún momento de la oposición?

Como dice Marcelo Cavarrozi, las elecciones del año que viene son parecidas a las del 85 porque Cambiemos está unido como la UCR en el 85 y el peronismo está dividido como lo estaba en ese año. Sin embargo, uno no puede olvidarse de que las elecciones del 85 se hicieron no sólo después del Plan Austral sino después de una etapa de varios meses de incremento del salario real a pesar de la inflación. Yo quisiera ver dónde está el Plan Austral de este Gobierno. Es probable que aparezca porque hay cierta experiencia de que al año de asumir más o menos suele haber una recomposición, un reordenamiento. En este caso, no hay ningún indicio, incluso después de lo de Chapadmalal, que mostró a un presidente que no se entorna, que dialoga, escucha y quiere que todos conversen con todos; eso me parece sensacional. Sin embargo, no da una pauta de que vaya a haber una recomposición, un plan nuevo, ni nada por el estilo, sí da la pauta de que están confiando en ajustes hasta que les salga bien. Eso no me parece que sea tan sencillo. Te diría que Cavarozzi tiene razón, pero hay una diferencia importante, una carta importantísima que tenía a su favor Alfonsín y que este gobierno no la tiene porque no la ha encontrado y no sé si la va a encontrar. Ellos están rezando para que el año que viene aparezca esa recomposición. El caso del peronismo también es diferente al 85: creo que el kirchnerismo es bastante pianta votos pero de todas formas va a dividir si Cristina es candidata de aquí en más pero depende dónde. En el 85 había un peronismo que era una renovación incipiente y hoy hay un peronismo que hace buena letra y que ronca fuerte. Esto significa que a los peronistas como Massa y el Frente para la Victoria no cristinista les puede ir mejor. La cosa se juega en la Provincia de Buenos Aires, donde tiendo a tener un poco de optimismo por la energía que le pone Vidal a la gestión.

Hablemos de la región ¿Qué significa para Temer que Renán Calheiros, un hombre de su partido, haya sido apartado de la presidencia del Senado y reemplazado por Jorge Viana del PT?

Obviamente me parece un golpe muy duro para él. Ese golpe no hace más que confirmar la idea de que Temer llegaba muy débil, sin encabezar una colación más o menos sólida, firma o estable. Como proyecto político Temer no es nada. Hay una recomposición que todavía ni empezó desde la salida de Dilma. Es una transición incierta. Yendo un poquito más lejos me parece que esto muestra la incertidumbre de los regímenes presidencialistas latinoamericanos en la actualidad en los que, de un modo u otro, este tipo de problemas tienden a ser cada vez más frecuente. Esto no quiere decir que mi propuesta es virar hacia el parlamentarismo. Tampoco creo que se pueda hablar de una parlamentarizacion de la política porque también hay que tomar en cuenta como una variable importante los costos políticos de los cambios: una cosa es que se forme una mayoría parlamentaria y decida quién es el Primer Ministro. Otra cosa es lo que ocurre en Brasil: es algo sumamente costoso porque no hay una recomposición partidaria porque los partidos están muy de capa caída y sus dirigentes muy cuestionados. No se ha recompuesto la función del presidencialismo de coalición. Evidentemente Temer está ahí como presidente pero no tiene pilares políticos que lo sustenten. Creo que en este momento Temer está expresando más que una crisis de gobernabilidad, una falta de gobierno. 

                                                                

¿Cómo puede cambiar la coyuntura latinoamericana con la muerte de Castro?

Hay como mínimo tres escenarios. Un escenario de cierre y continuidad del tipo “aquí no pasó nada, seguimos nosotros y nadie nos mueve”. Otro escenario es una salida a la española: que de las entrañas del régimen salgan tipos que tengan mucho poder y que, al mismo tiempo, sean aperturistas y que crean que ellos pueden conducir una apertura. Como Adolfo Suárez o el Rey español. El tercer escenario es un colapso. La sociedad civil en Cuba es políticamente irrelevante. Me parece que por ese lado uno no puede esperar nada pero sí podría esperar una eventual fractura, más que una apertura ordenada que todos acompañen. Ese sería el escenario más peligroso, pero también el más interesante.

Los efectos, la influencia y las repercusiones del proceso cubano sobre América Latina dependerían un poco de estas opciones. El cierre y la continuidad dejarían las cosas más o menos como. Una ruptura pactada sería más interesante ya que despertaría más adhesiones pero, al mismo tiempo, una cierta contra, sectores que lo verían como una trampa. Una ruptura más tajante podría despertar respaldos y, eventualmente, algunas intervenciones, es decir, la tentación a intervenir indirectamente. Si se volviese algo muy peligroso, también despertaría tentaciones a intervenir a nivel mundial. Sobre lo que es el juego institucional de los propios países de América Latina me parece que no tendría mucha influencia porque si existiera un conjunto de países que estuvieran bajo autoritarismos y la transición comenzara en Cuba, podría generar un efecto contagio, como una nueva ola democratizadora. Pero no es el caso.

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