jueves 28 de marzo de 2024
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Martín D’Alessandro: Traspaso y esperanza

 

Los argentinos vivimos de crisis en crisis. No tenemos un modelo de desarrollo desde hace 100 años. Los modelos o programas económicos duran poco y las inevitables crisis políticas hacen tambalear a los gobiernos.

La economía y consecuentemente también la política argentina son extremadamente dependientes de factores externos, como los mercados de las commodities o la tasa de interés de Estados Unidos.

Pero nosotros también hemos hecho lo nuestro. Algunos sectores empresariales han capturado al Estado para obtener rentas excesivas por encima de la capacidad del sistema y otras veces el Estado ha sido injusto con otros sectores empresariales que son competitivos.

El resultado ha sido la inestabilidad política y los malos resultados en términos económicos.

Sin embargo ahora estamos frente a un hecho histórico. Por primera vez en noventa años un presidente no peronista termina su mandato. No es un hecho para festejar demasiado, pero si para que no nos pase desapercibido.

Quizás, si tenemos mucha suerte y nuestra dirigencia política y social toma conciencia de los problemas que nos han traído las múltiples grietas que hemos tenido, podemos constituir un sistema político estable, previsible y así conseguir un desarrollo económico que permita una redistribución de la riqueza y una mejora en el nivel de vida de todos los habitantes.

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