viernes 26 de abril de 2024
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Lilana Heker: “Vengo a reivindicar el valor de la lectura”

La escritora invitada Lilana Heker inauguró la edición 48 de la Feria del Libro de Buenos Aires. A continuación un extracto de su discurso.

El libro, ese objeto impar, celebra una nueva Feria en el marco de la generalización de la pobreza y el aumento de la miseria, en un contexto de reducción o eliminación de programas culturales y de grave intento de desfinanciar la universidad pública.
Y sin embargo acá estoy. Hay gente en este apremiante contexto que hoy nos viene a buscar. Que viene a buscar eso preciso o difuso que alguien procura encontrar en un libro: eximía representación de todo lo que hoy es atacado.
El libro es inspirador, aún en las peores situaciones: en la dictadura, encerrada en cuatro paredes, no dejé de escribir.
Teatro Abierto fue una presencia muy fuerte durante la dictadura. Cabal ejemplo que en los peores momentos aflora el arte como expresión de rebeldía. Pero no solo quiero hablar de la creación.
Hoy vengo a reivindicar el valor de la lectura.
¿Qué significa saber leer en sus más profundos significados?
Por un lado significa estar alfabetizados, lo cual implica poder interpretar textos y consignas.
Leer, amplía infinitamente el horizonte humano, nos permite conmovernos ante el dolor ajeno.
Y no solo se trata de la literatura: Es teatro, es cine, es artes plásticas.
Todo se puede leer y nos transforma en lectores que reinterpretamos. La obra de arte nos convierte en lectores. Maravilloso es el acto de leer y no solo ficción si no también ciencias, humanidades, biografías, ensayos.
Saber leer es mucho más que estar alfabetizados, pero interpretar las letras es la base del entendimiento, para no ser engañados por discursos unívocos y autoritarios.
La democracia plena implica un pueblo soberano, capaz de elegir libremente no solo a sus gobernantes sino también su destino.
La formación de ese pueblo se inicia fundamentalmente desde el principio de la vida con una alimentación completa y nutritiva.
Se acompaña con educación y acceso a la salud y a la vivienda digna. Precisamente la miseria es la ausencia de soberanía.
La condición imprescindible de la soberanía es saber leer para desentrañar la realidad
¿Por qué esta intención del gobierno de atacar la cultura, la ciencia y la universidad?
No se trata meramente de una distracción para hacer peores cosas.
Estos tipos me hacen acordar de Goebbels: “cuando escucho la palabra cultura desenfundo la pistola”.
Y tampoco es ahorrar para darle a los que menos tienen.
Eliminar las instituciones culturales no resolverá el problema del hambre.
La cuestión es que si los argentinos no somos capaces de analizar los mensajes configuramos un escenario propicio para las intenciones del gobierno.
Analicemos las dos promesas de bienestar que nos ofrece el gobierno:
“Dentro de treinta y cinco años seremos un gran país”.
Estaremos muertos de vejez, de hambre o por falta de medicamentos. Me hacen acordar al año verde de nuestras infancias.
La otra es llegar a ser tan prósperos como lo fuimos hace un siglo atrás. ¿Lo fuimos? ¿Sabemos a qué sociedad nos estamos refiriendo?
¿A la de la clase acomodada de la vaca atada mientras el pueblo se moría de hambre?
Es por eso, que por creer o permitir estos embustes es que sostengo que algunos de nosotros estamos perdiendo la capacidad de leer o interpretar mensajes.
Al menos un número importante de argentinos están perdiendo esa capacidad elemental.
Repasemos algunos ejemplos de irresponsabilidad verbal de algunos funcionarios:
“No es verdad que a los jubilados les vamos a pagar en dos cuotas, se les pagará en dos momentos distintos”.
“El estado es una organización criminal”
“La justicia social es aberrante”
O expresiones de un diputado de una crueldad manifiesta que no se preocupan en disimular:
“Si un padre necesita a su hijo en el taller tiene derecho a no mandarlo a la escuela”
En momento de reivindicar a los jóvenes hablemos de los que acuden masivamente a las marchas a favor de la universidad pública. Jóvenes fueron los que hicieron la reforma universitaria. Jóvenes se opusieron al despotismo del primer peronismo y jóvenes también los que pelearon para que Perón vuelva.
Cancelar la cultura, desfinanciar la universidad, es negar a estos jóvenes la posibilidad de elegir.
La ignorancia puede tener entonces un peso estratégico, permitiendo el desarrollo de tanto insulto, tanto grito y tanta teoría Express.
Ante la angustia del hambre o ante el hecho de ser despedido sin causa le opondremos marchas multitudinarias. Demostraremos que la sensibilidad vence al insulto.
Hablemos ahora de la voz de los que sí tenemos voz y la tenemos que levantar para decir e insistir que argumentos y solidaridad construyen más que los gritos y el odio.
Que fue lo que nos pasó para llegar a este estado de cosas?
Diversos factores nos hicieron desembocar en la situación actual, pero ante el actual estado de cosas elevamos la voz. Voces que deben levantarse para nombrar el país que queremos.
¿Quiénes integramos este país? ¿Solo la gente del bien? ¿O todo el pueblo sin distinción?
Somos los que elevamos la voz para exigir alimentos educación salud vida digna.
Ahora. No dentro de 35 años.
Se trata de esto:
Cuando las papas queman es necesario coincidir en lo esencial.
Hay un detalle de los argentinos que nos permite conservar la esperanza en este infierno.
He ido a muchas ferias del libro en todo el mundo, me he codeado con gente prestigiosa pero la gente estaba ausente.
Acá la presencia del público es protagónica.
La presencia de la gente me hace mostrar la hilacha optimista.
La gente participa. La gente se apropia.
Tenemos un destacado movimiento teatral.
Genios del cine, científicos, escritores, humoristas, músicos, editores.
Tenemos sentido del humor y nos seguimos encontrando en el café a conversar.
Seguimos arreglando todo con alambre y eso también es cultura y es lo que hay que preservar
Estoy lejos de la idealización. Por algo estamos como estamos
Pero lo mencionado constituye nuestro capital humano que es esto y no otra cosa
Alimentación.
Educación.
Esa es la base.
Universidad pública.
Medios culturales.
Por esta feria y más ferias en todo el país con creatividad, concurrencia y lectores.

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