martes 23 de abril de 2024
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El financiamiento de las universidades nacionales argentinas en crisis

El Secretario de Educación Carlos Torrendell indicó recientemente que el gobierno nacional no tiene la decisión de “estancar” el presupuesto universitario, al mismo tiempo que ponderó el incremento del 70% de los gastos de funcionamiento para el sistema universitario argentino que estaban congelados desde finales de 2022.

Con el objetivo de aportar a la discusión y reforzar los argumentos del reclamo presupuestario vigente por parte de las universidades, se presenta a continuación un panorama de la evolución reciente del financiamiento del sistema universitario nacional. El siguiente cuadro contiene la ejecución presupuestaria de los últimos tres años correspondiente al Programa “Desarrollo de la Educación Superior” que constituye la fuente principal del financiamiento de las más de 50 universidades nacionales distribuidas en todo el país.

Ejecución Programa presupuestario 26 – Desarrollo de la Educación Superior – 2022-2024

Crédito vigente para cada ejercicio – Datos actualizados al 2/4/2024

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Hacienda y del INDEC.

La actualización del 70% del presupuesto referenciada por el secretario de Educación se circunscribe a la partida de “asistencia financiera para gastos de funcionamiento” que constituye una proporción muy poco significativa de los recursos necesarios para el funcionamiento de las universidades. Como puede verse en el cuadro mencionado, dicha línea representó sólo 3,3% del total del programa en 2022 y 5,5% en 2023. En virtud del incremento recientemente otorgado, que efectivamente representa el 70% de la partida inicial prorrogada en el presupuesto de 2024, esta actividad presupuestaría representa casi el 8% del crédito asignado para todo el año en curso. El aumento de la partida se verifica dentro de un presupuesto prorrogado desde el ejercicio 2023 (en ausencia de un presupuesto con aprobación del congreso nacional para el año) que replica de manera nominal el crédito vigente del año anterior sin la ampliación correspondiente al proceso inflacionario que atraviesa la economía.

Si se considera el programa de desarrollo universitario en su conjunto, de no mediar ampliaciones adicionales los recursos del sistema experimentarían un derrumbe del 72,4% durante 2024. Esto ocurre debido a que la actualización de las partidas de funcionamiento mencionadas alcanza solo al 5% del presupuesto de las casas de altos estudios, mientras que el 95% restante se mantiene estancado a los niveles nominales de 2023 completando un escenario que imposibilita la continuidad en la prestación de los servicios.

La inflación esperada para el año, que según la revisión a la baja recientemente anunciada por el FMI alcanzaría a 150% de punta a punta (250% en el promedio de 2024) incluye tarifas energéticas que ya quintuplicaron su valor en el mes de abril, así como insumos esenciales para el desarrollo de diversas funciones a cargo de las universidades nacionales que se incrementaron en mayor magnitud que la evolución captada por el índice de precios al consumidor. Bajo estos parámetros, lo que fuera presentado como una recomposición podría entenderse como un inicio de refuerzo marginal insuficiente para planificar las actividades y asegurar la continuidad de la prestación de los servicios de las universidades.

Un caso particular a resaltar es el de funcionalidad de los hospitales, que ocupan un espacio presupuestario imposible de sustituir dado el tipo de provisión de los servicios que prestan. La Universidad de Buenos Aires, junto a una veintena de casas de alto estudios que cuentan con establecimientos de salud propios en los que se combinan actividades de enseñanza y aprendizaje con prestación de servicios de salud a la población en general con alta valoración por parte de la ciudadanía, demandan gastos de funcionamiento mucho mayores al resto de la universidades (en el caso de la UBA los hospitales universitarios devengaron en 2023 un gasto equivalente al 75% de los gastos de funcionamiento totales de la Universidad) .

Finalmente puede señalarse que no es cierto que las partidas presupuestarias hayan estado estancadas durante el año previo. Según puede observarse en el siguiente gráfico, las partidas devengadas mensualmente en el marco del programa presupuestario bajo análisis muestran, a valores constantes, una evolución similar en los primeros semestres de 2022 y 2023 para luego experimentar una mejora durante la segunda mitad del último año, que redundó en un incremento interanual real de 5,4% para el promedio del programa. En el primer trimestre de 2024, en cambio, el ritmo de incremento nominal se sitúa muy por debajo del crecimiento de los precios, generando un atraso acumulado de alrededor de 33% en el período enero-marzo que, como se dijo previamente, se profundizaría de forma significativa si no se disponen incrementos presupuestarios adicionales.

Programa presupuestario Desarrollo de la Educación Superior

Devengado mensual acumulado 2022-2024

En millones de pesos constantes de Ene 2022 – Datos actualizados al 2/4/2024

Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Hacienda y del INDEC.

La plataforma electoral de La Libertad Avanza ponderó el rol de la educación y sus aportes en el capital humano de las personas. En la sociedad de la información, el conocimiento y la educación en la que vivimos, ningún país puede desarrollarse y crecer si no invierte recursos de manera adecuada y sostenible en sus instituciones educativas superiores. Para llevar a cabo las funciones a cargo de las universidades nacionales, que son ampliamente reconocidas en el plano nacional e internacional, es imprescindible trazar objetivos, planificar actividades y proponer resultados a alcanzar a partir de su implementación que puedan ser medibles y evaluables de cara a la sociedad. Nada de ello es posible sin contar con un presupuesto adecuado y previsible sobre el cual estructurar esa planificación.

Reforzamos el pedido de generar los acuerdos necesarios para asignar los recursos al sistema universitario en forma urgente, contemplando las restricciones fiscales existentes, para asegurar la continuidad de la prestación de los servicios y posibilitar el alcance de los desafíos que nos permitirán contar con un sistema universitario mejorado y fortalecido para la sociedad.

Publicado en Alquimias Económicas el 22 de abril de 2024.

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