jueves 28 de marzo de 2024
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El partido centenario

El domingo 13 de abril de 1890, en la Capital Federal de la Argentina, más de diez mil almas se reunieron en la cancha de pelota de la calle Córdoba 1130. El mitin del Frontón Buenos Aires se realizó en el espacio del deporte más popular de la época, con canchas que tenían capacidad para 5000 personas sentadas. Pero la convocatoria no era sólo para aficionados pelotaris, la multitud estaba compuesta por personas que iban a luchar por derechos políticos y por un cambio del sistema que era liberal en lo económico y conservador – y corrupto – en lo político. El ex presidente Bartolomé Mitre, el ex ministro Bernardo de Irigoyen, Aristóbulo del Valle, entre muchos otros ilustres, escucharon el discurso de uno de los fundadores del Partido Republicano, Dr. Leandro Alem.

De ese discurso extractamos los valores políticos que serán fundantes del primer partido moderno del país: “Buena política quiere decir respeto a los derechos; buena política quiere decir aplicación recta y correcta de las rentas públicas, buena política quiere decir protección de las industrias útiles y no especulación aventurera para que ganen los parásitos del poder.” Y que tenían como blanco las maniobras financieras de la elite gobernante encabezada por Juárez Celman y su vida disipada frente a una sociedad pauperizada y excluida de la distribución de la riqueza.

Alem sentenciaba: “La vida política de un pueblo marca la condición en que se encuentra; marca su nivel moral, marca el temple y la energía de su carácter. El pueblo donde no hay vida política, es un pueblo corrompido y en decadencia, o es víctima de una brutal opresión. La vida política forma esas grandes agrupaciones, que llámeseles como ésta, populares, o llámeseles partidos políticos, son las que desenvuelven la personalidad del ciudadano, le dan conciencia de su derecho y el sentimiento de la solidaridad en los destinos comunes.”

De entonces, al siglo XXI, la UCR se ha dividido entre abstencionistas y concurrentes, personalistas y antipersonalistas, intransigentes y del pueblo, renovadores y conservadores, pero siempre ha mantenido el apego a sus instituciones a la Constitución, al igualitarismo y a la libertad, resultando, en 1983 la pieza fundamental en la transición del autoritarismo a la democracia en la Argentina y en la región.

Tal vez, por la probidad de sus figuras más importantes, por su historia, con sus claros y oscuros, pero siempre a la vista, la UCR siga teniendo vigencia y una alta consideración en la población. En su Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública, realizada por la Universidad de San Andrés en marzo de este año, se revela que la UCR es el partido con mejor opinión, seguido por el PRO, la Coalición Cívica y el Partido Justicialista. En tanto que Unidad Ciudadana obtiene el 57 por ciento de imagen negativa lo que lo relega al octavo lugar.

Ayer y hoy, con distinto vigor, en circunstancias diferentes, los valores siguen siendo los mismos y la ciudadanía lo reconoce.

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