viernes 19 de abril de 2024
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La ofensiva antiliberal, de Moscú a Buenos Aires

Las agrupaciones ultranacionalistas europeas en algunos casos teñidas de pensamiento fascista, son sostenidas económicamente o tecnológicamente por Moscú

El mundo no es plano, como lo desean algunas mentes medievalistas. La Tierra es redonda y lo que ocurre en un rincón del planeta repercute a miles de kilómetros.

De pronto, Vladimir Putin, el mandamás ruso con grandes ambiciones expansionistas, dijo en una entrevista periodística que el liberalismo está caduco y las instituciones no sirven y su mensaje es copiado por todos los movimientos ultranacionalistas, xenófobos y racistas de Europa. Putin señaló textualmente : “El liberalismo es obsoleto. Entró en conflicto con los intereses de la mayoría de la población”. Sin duda prefiere su régimen de gobierno, expansionista y autoritario montado sobre la KGB y la “oligarquía”, los ex-gerentes de las empresas estatales devenidos en dueños de ellas, en empresarios privados.

Las agrupaciones ultranacionalistas europeas en algunos casos teñidas de pensamiento fascista, son sostenidas económicamente o tecnológicamente por Moscú, que las alaba y jerarquiza. Están en manos, entre tantos, de ex-liberales transformados en tiranos tránsfugas como Víktor Orban en Hungría que diseñó un modelo idéntico al de Putin ( con actual oposición de la Unión Europea) o Matteo Salvini dueño de la mitad del poder en Italia, o la racista Marine Le Pen en Francia.

El liberalismo es denostado en distintos países del viejo continente, incluso en los de antiguas tradiciones democráticas, como el caso de los países nórdicos. Se dice que no termina de resolver los problemas de arrastre y los del presente. Eso es poco. Por supuesto se suben al rechazo frontal al liberalismo los populistas tanto de derecha como de izquierda.

En la Argentina, un cómico que también procura ser actor y un escritor provinciano, los dos militantes del populismo kirchnerista vienen bregando para que el poder judicial desaparezca y sea reemplazado por juicios populares. Todo dicho con seriedad y con tono de suficiencia. Son los mismos que en la década del 70 preguntaban para qué servía el Parlamento. No debía funcionar.

Alberto Fernández, candidato a presidente del movimiento kirchnerista, abogado y profesor universitario, promete que si gana las elecciones se revisarán las sentencias y las acciones de los jueces, un procedimiento que fue inmediatamente censurado por anticonstitucional por la actual Corte Suprema. Todo para ignorar y darle la espalda a las comprobaciones fehacientes de exacciones de fondos del Estado por parte de una banda comandada por su vicepresidenta, Cristina Fernández .

No hay muchas diferencia entonces entre el pensamiento antiliberal de Putin y los totalitarios de Europa y los de aquellos que golpean los tambores de violencia en la Argentina y quieren tumbar el sistema con el mayor ruido posible.

Hubo una euforia liberal con la caída del Muro y el derrumbe definitivo del comunismo. Toda la transición democrática posterior al fin del comunismo , como la que encararon los líderes de los países que dependían de Moscú, se está cayendo.

De la lucha por la libertad y el “pensamiento libre” en la Europa de la década del 90 apareció el resentimiento, la grieta, el capricho de algunos políticos y la búsqueda del retorno, en tren de venganza de los dirigentes populistas en América Latina.

Publicado en Clarín el 8 de julio de 2019.

Link https://www.clarin.com/opinion/ofensiva-anti-liberal-moscu-buenos-aires_0_3sybbOi4w.html

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